El conocimiento se considera un bien inmaterial inalienable, un
llamado “capital intelectual”. Demanda el valor de la vida diaria y del
conjunto de un grupo social, lo cual deja de ser cada vez más un asunto de
clases sociales para ser una necesidad vivencial. En cada momento conocemos
algo y algo nos conoce; somos entonces tanto sujetos cognoscentes como sujetos
cognoscibles, y radica en esta relación la posibilidad misma del conocimiento.
Condenado a un estatus meramente académico, científico y
unilateral, se ha obviado que el conocimiento se da en niveles tan básicos como
el biológico: impresión de luces, conexiones neuronales y generación de ideas,
y que es este su punto de partida. Sin embargo, con el avance técnico y
científico moderno se permite que el conocimiento cumpla con su deber más
innato, existir más allá del ámbito meramente academicista y volver a ser una
cuestión de necesidad básica y de sentir emocional. La gestión del conocimiento
en la actualidad hace uso de los aparatos tecnológicos y permea la línea entre
la posibilidad de ser sujeto del conocimiento moderno, ya no solo a nivel local
sino conectándose con el mundo por medio de un solo click. Aunque suena a
cliché, es el internet la herramienta más cercana al momento de ejemplificar el
uso y posibilidades de acceso básicos al conocimiento moderno a nivel
cotidiano: tener amigos virtuales de todo el mundo, idiomas, creencias
políticas, religiosas, económicas es una característica en la actualidad y que
ha cambiado la forma de esa relación con el conocimiento mismo.
Veamos algunas cuestiones sobre el análisis de las sociedades del conocimiento.
¿EL CONCEPTO DE LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO ES PERTINENTE EN LA EDUCACIÓN COLOMBIANA?
Me
inquieta sobremanera esta pregunta orientadora. Si bien se aclaró en el
encuentro sincrónico que podía tomarse como referente o no, yo optó por tomarla
y de una vez aprovecho plasmar esta angustia por el análisis de este tema y
posterior a las lecturas recomendadas.
No
es un secreto para nadie con cinco dedos de frente que el término educación y Colombia no parecen ir de la mano. Como sociedades de tercer mundo[1] nuestras necesidades
primarias, secundarias y terciarias son las BÁSICAS; pero antes de educarnos,
debemos comer y tener un techo. E infestados de corrupción y pobreza, debemos
hablar de las sociedades de la información o conocimiento como un país de
primer mundo. ¡ irónico ¡
Desde
la Universidad por allá en el 2008 he oído sobre este soberano panfleto de la
UNESCO alertando sobre la NECESIDAD y BENEFICIOS de entendernos como una
SOCIEDAD DE CONOCIMIENTO; sin embargo, hablando de sociedad como redes, las
brechas en desarrollo entre países no deberían privar una lectura lineal de
estas propuestas. Es decir, no es igual una sociedad de primer mundo a la
nuestra, ni se puede hablar de UNA sociedad del conocimiento.
Parece
pues que la UNESCO hace referencia a una sociedad homogénea, y que el
conocimiento es uno solo; alentando así y contradictoriamente un futuro donde
la tecnología esté al servicio de la humanidad.
A mí esta declaración de la UNESCO que
conozco desde la Universidad 10 años atrás me parece muy estadounidense. Hablar
de sus proyectos sin tener en cuenta que no es UNA sociedad ni UN solo
conocimiento.
Así pues, si hablar de una sociedad del
conocimiento en general ya es problemático, considerar la pertinencia del
concepto en nuestra educación lo es aún más. Una sociedad de conocimiento según
la UNESCO es innovadora: para innovar hay que acceder a buena educación y esto
implica una inversión económica considerable para este tipo de sociedad donde
no hay dinero porque todo se lo roban nuestros administradores de lo público.
Es decir, somos una educación donde recibimos todo el flujo de información
existente en el mundo, pero eso no nos hace una sociedad de conocimiento. O
tenemos acceso o no sabemos cómo usar ese conocimiento, ambas cosas no. Somos
una sociedad con un acceso básico a las TIC pero eso no nos hace una sociedad
del conocimiento. Nos haría una sociedad del conocimiento en la educación
colombiana 1. Sabernos como una sociedad 2. Tener las necesidades básicas
resueltas. 3. Invertir un gran flujo de dinero a las nuevas tecnologías de la
información. 4. Creer que la educación es importante 5. Crear competencias para
el manejo de las TIC.
¿EXISTE
UNA INCORPORACIÓN DE LA SOCIEDAD DEL
CONOCIMIENTO EN MI ENTORNO?
A nivel teórico definitivamente sí. Como
docente de bachillerato hace más de 10 años y 4 nombrada en propiedad en el
magisterio colombiano, este discurso es reiterativo. Mencioné que desde la
Universidad en un curso llamado Ciencia, tecnología y sociedad CTS nos
presentaron este documento: desde ese momento pre laboral todo sonaba
idealistamente perfecto. Pero una vez en un entorno menos académica y más
laboral y productivo se resume a una expectativa muy lejana de la realidad
social, económica, política, ideológica y educativa. Dictamos mucho en la
práctica de ser una sociedad que incorpore a su vida académica básicas la
integración de la CTS. No obstante, sin
prejuzgar la posibilidad
de que la
comunidad internacional
llegue un día
a un consenso
sobre la cuestión de
un “servicio universal”
de acceso a las
nuevas tecnologías, conviene recordar que el carácter multiforme de la brecha
digital supone un enfoque global de los problemas que no puede limitarse a una
solución estrictamente tecnológica. (UNESCO. (2005) Pág. 37.
En la actividad 1, cuando se me pedía
analizar tecnologías educativas vivientes en mi quehacer docente diario,
mostraba por ejemplo lo de la STEAM en mi nuevo colegio. Al que llegué porque
es líder en TECNOACADEMIA en el Quindío y es un canal perfecto para explotar
todo lo aprendido en esta especialización y así ser y promover la sociedad del
conocimiento.
Esa era mi expectativa; sin embargo, la
realidad fue otra. A pesar de tener los mismos grupos que en el colegio anterior
que no estaba en la onda de las TIC) y por ende la planeación ya hecha; me
decido Re planear, hacer una planeación acorde con lo que el colegio ofrecía en
su PEI incluyendo TECNOACADEMIA y el modelo STEAM +H. Como aprendí en la
especialización el semestre pasado las ventajas de los RED decido usarlos para
planear y tomo COLOMBIA APRENDE. COM como base.
Al llegar al aula me encuentro con la
dolorosa realidad que permea este escrito que a su vez permea mi posición: la
disyuntiva entre teoría ‘HACIA LAS SOCIEDADES DEL CONOCIMIENTO (UNESCO)’ y las
prácticas pedagógicas que se supone que deberían construirlas.
Pues en cada aula hay televisores Smart de 45
pulgadas, pero sin conexión a internet. Descargué todo en una memoria USB pero
los controles están bajo llave, a veces los salones son tan numerosos y sin acústica no permiten que
se escuche bien el video…y de llevarlos a una sala de internet del colegio a
que hagan las actividades interactivas ni hablar. Esta contradicción entre lo
que dice la UNESCO y el PEI de mi colegio y mi expectativa de ser una docente
promotora de las sociedades del
conocimiento me han quedado en los talones. Lo único que hice con esto fue
ponerme más trabajo y hacer que mis clases se vean más desordenadas cuando no
hay control o extensiones o conexión a internet o una sala virtual donde poner
en práctica esas maravillas de la teoría. Prácticamente mi labor pedagógica
vuelve a estar reducida a lo tradicional. ¿Y saben qué? A los jóvenes eso los
tiene sin cuidado, a los gobiernos los tiene sin cuidado, al MEN lo tiene sin
cuidado.
¿Y a
nosotros por qué es que nos interesa tanto? El asunto es que se quiere pero no
se puede.
¿SE
CUENTA CON LA POTENCIALIZACIÓN Y ESTÍMULO DE LAS INSTITUCIONES EDUCATIVAS Y LAS
ENTIDADES RECTORAS DE LA EDUCACIÓN EN LA REGIÓN-PAÍS, PARA EL DESARROLLO DE LAS
COMPETENCIAS DE UN DOCENTE EN EL MARCO DE LA EDUCACIÓN CON TECNOLOGÍA
EDUCATIVA?
Desde la misma institución, como mencioné en
el apartado anterior, a nivel teórico se ha hecho la tarea. Se conoce la
existencia de esta llamada Tercera
Revolución industrial en todos los papeles y análisis académicos a nivel de
institución, región y país. Sin embargo, esa misma BRECHA DIGITAL que se
plantea que existe, abarca con su existencia misma la nulidad de pensar en una
sociedad del conocimiento rigurosa; una producción académica en RED, nutrida
por la información global que las Tecnologías nos permite. Es claro que los
elementos están: hay sociedad y hay conocimiento, hay tecnología. Recordemos
que la pregunta es por el cómo. Recuerde mi caso… el cómo es el compromiso no
sólo del docente o del académico. La gran inversión económica que se requiere
en esta sociedad utópica está a varias
generaciones de distancia; en una educación que apueste al ser, a los valores,
al respeto por el otro, por la cosa, por el animal, por la diversidad, por el
medio ambiente.
Seguimos con un poco de piezas desconectadas
y al azar. Necesitamos un mundo más humano. Y desafortunadamente, el inadecuado
uso de las nuevas tecnologías de la información y la Comunicación nos aisla,
nos matones, nos deprime y aún más la ausencia de los aparatos como tal
(Iphones, portátiles, etc) o el desconocimiento de su uso útil.
La educación con tecnología Educativa es un
sueño de unos pocos, y la potencialización de esta en el desarrollo de las
competencias de un docente no alcanzan su plano práctico, aunque comparto que en tiempos antiguos y en los actuales, es
necesario no perder de vista que la profesión docente implica la satisfacción
de las exigencias del alumno, la sociedad en su conjunto y la suya propia en el
marco de sus intereses y necesidades. ( (Zabaela, 2014) pág. 33)
CONCLUSIÓN
Si bien no es un secreto las dificultades de acceso a la
tecnología, el lento y complejo proceso de alfabetización, y el compromiso de
los gobiernos y sus legislaciones en la generación de normatividad que
posibilite invertir en el desarrollo tecnológico de un país, no lo es tampoco
el hecho de que el acceso a la sociedad
del conocimiento, facilitado por las Tecnologías de la información y
comunicación TIC dependa básicamente de generar conciencia en la importancia
del conocimiento mismo a nivel elemental y progresivo, como el generado desde
la enseñanza del amor por la lectura, la reflexión y la academia. El valor por
el conocimiento propio y del mundo son las opciones de acceso primarias al
conocimiento, y las dificultades que acarrea su acceso a este han de ser
reflejadas en la interacción con tecnologías modernas.
BIBLIOGRAFÍA
-
Inciarte, M. (2004). Tecnologías de la información y la comunicación. Un eje transversal
para el logro de aprendizajes significativos. Revista Electrónica
Iberoamericana Sobre Calidad, Eficacia Y Cambio En Educación,
-
UNESCO. (2005). Hacia las sociedades del
conocimiento. París: UNESCO EDICIONES.
http://unesdoc.unesco.org/images/0014/001419/141908s.pdf
-Zabala, S. (2014). Capítulo III: Competencia Docentes para la Tecnología Educativa. En:
Libro Electrónico Multimedial: Tecnología Educativa. (pp.
50–85) Bucaramanga. Universidad de Santander.
[1] Al menos hasta hace unos días que EEUU nos
quita este título para suprimir ciertos beneficios económicos que obtiene quien
lo tiene.
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